Junto con la hora saltante, que apareció en 1824, la indicación retrógrada es una complicación que forma parte del universo Vacheron Constantin desde hace casi un siglo. La marca relojera desvela regularmente un reloj con esta elegante y espectacular lectura de la hora, como el modelo Saltarello, lanzado en 1997, con su esfera guilloché «rayos de sol» y unas indicaciones que recuerdan a los indicadores de piso de los ascensores de principios del siglo XX.
Un mecanismo complejo
Mientras que la mayoría de los relojes ofrecen una lectura clásica de la hora, con una aguja que gira alrededor de un eje de 360°, los relojes retrógrados aparecieron en el siglo XVII, cuando algunos relojeros dieron rienda suelta a su creatividad para proponer otro modo de visualización: la aguja de las horas recorre un arco durante medio día antes de volver a su punto de partida y reanudar su frenética carrera.
El sistema retrógrado en sí no se considera revolucionario en relojería: la arquitectura general del movimiento sigue siendo la misma. La diferencia se manifiesta en la última fase, la de indicación. El reloj está equipado con un complejo mecanismo formado por levas, rastrillos, trinquetes y muelles que permiten a la aguja volver de forma instantánea a su posición inicial.
Un modo de indicación para relojes exclusivos
En el siglo XVIII, Abraham-Louis Breguet utilizó este sistema retrógrado para funciones específicas como la fecha o la ecuación del tiempo, antes de perder su atractivo con el paso de los años. Fue a partir de mediados de la década de 1930 cuando la Casa se distinguió por las indicaciones retrógradas en los relojes de pulsera, en un momento en que los códigos relojeros experimentaban un fuerte impulso creativo.
Fue a finales del siglo XX, en la década de 1990, cuando la relojería suiza redescubrió las bellezas del movimiento mecánico, y el reloj retrógrado recuperó su lugar preferente en la muñeca. Esta complicación, que se adapta perfectamente al diseño puro y elegante de sus relojes, se ha convertido en una fuente de inspiración habitual para Vacheron Constantin.
Por ejemplo, en 2015, el relojero ginebrino presentó el reloj más complejo del mundo, el Référence 57260, con sus 57 complicaciones diferentes (algunas de las cuales se muestran con precisión con la ayuda de un mecanismo retrógrado, como la fecha del calendario gregoriano o el cronógrafo con ratrapante). Vacheron Constantin acostumbra a reservar este modo de visualización para sus relojes más exclusivos. En su caja de 42,5 mm, el reloj Patrimony fecha-día retrógrados combina así una doble complicación (fecha y día de la semana) revelada por dos indicaciones retrógradas. Basta una décima de segundo para que las agujas vuelvan a su punto de partida instantáneamente. ¡Un compendio de sobriedad y saber hacer!
Agujas a prueba
Por último, el reloj Les Cabinotiers Tourbillon Armilar Retrógrado ha sido patentado cuatro veces, una de ellas por su doble sistema retrógrado instantáneo. El salto de las agujas de las horas y los minutos, o a medianoche, está perfectamente sincronizado y se produce con una rapidez sorprendente. El esfuerzo que soportan las agujas es tal que se han mecanizado en titanio, un material ligero y de gran resistencia. Una prueba de que esta complicación sigue inspirando a los maestros relojeros de Vacheron Constantin.
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